"Scott Joplin had indicated the ultimate goal, however, when he composed a ragtime opera, Treemonisha, which was performed once only (1915). Similarly, the late James P. Johnson composed coral works, concertos, and symphonies in the same idiom. The inner drive of ragtime composers -like that of most jazzmen- was toward musical respectability, which means one thing: European concepts. But the time was not ripe.
In the early fifties, James P. Johnson, old and sick, often wondered what could have happened to his beloved ragtime. For a brief moment, it seemed that the large compositions on which he had been working were about to be accepted and played, along with the time-honored classics of Mozart and Beethoven. Johnson's concertos were quite as complex and, in a sense, twice as difficult to play as Mozart's. Perhaps his Afro-American folk origins betrayed him, for the average classical musician is utterly incapable of the rhythmic sensitivity that is necessary to play Johnson's pieces. Only an orchestra composed of Smiths [Willie The Lion], Wallers, and Johnsons could have done it."
[Marshall W. Stearns, The Story Of Jazz (Oxford University Press, 1956)]
In the early fifties, James P. Johnson, old and sick, often wondered what could have happened to his beloved ragtime. For a brief moment, it seemed that the large compositions on which he had been working were about to be accepted and played, along with the time-honored classics of Mozart and Beethoven. Johnson's concertos were quite as complex and, in a sense, twice as difficult to play as Mozart's. Perhaps his Afro-American folk origins betrayed him, for the average classical musician is utterly incapable of the rhythmic sensitivity that is necessary to play Johnson's pieces. Only an orchestra composed of Smiths [Willie The Lion], Wallers, and Johnsons could have done it."
[Marshall W. Stearns, The Story Of Jazz (Oxford University Press, 1956)]
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"Sin embargo, Scott Joplin había señalado el objetivo final, al componer una ópera ragtime, Treemonisha, que sólo se representó una vez (en 1915). De igual modo, el difunto James P. Johnson compuso obras corales, conciertos y sinfonías con el mismo lenguaje. El empuje interior de los compositores de ragtime -como el de la mayoría de los músicos de jazz- se encaminaba hacia la respetabilidad musical, lo que significa una única cosa: conceptos europeos. Pero no era el momento propicio.
En los primeros años cincuenta, James P. Johnson, viejo y enfermo, se preguntaba a menudo qué le podía haber pasado a su amado ragtime. Por un breve instante parecía que las composiciones extensas en las que había estado trabajando estaban a punto de ser aceptadas e interpretadas, del mismo modo que los clásicos consagrados de Mozart y Beethoven. Los conciertos de Johnson eran tan complejos y, en cierto sentido, el doble de difíciles de interpretar que los de Mozart. Quizá sus orígenes afroamericanos le traicionaron, ya que el músico de clásica medio es absolutamente incapaz de tener la sensibilidad rítmica necesaria para tocar las piezas de Johnson. Sólo una orquesta compuesta de Smiths [Willie The Lion], Wallers y Johnsons lo podría haber hecho."
[Marshall W. Stearns, The Story Of Jazz (Oxford University Press, 1956)]
En los primeros años cincuenta, James P. Johnson, viejo y enfermo, se preguntaba a menudo qué le podía haber pasado a su amado ragtime. Por un breve instante parecía que las composiciones extensas en las que había estado trabajando estaban a punto de ser aceptadas e interpretadas, del mismo modo que los clásicos consagrados de Mozart y Beethoven. Los conciertos de Johnson eran tan complejos y, en cierto sentido, el doble de difíciles de interpretar que los de Mozart. Quizá sus orígenes afroamericanos le traicionaron, ya que el músico de clásica medio es absolutamente incapaz de tener la sensibilidad rítmica necesaria para tocar las piezas de Johnson. Sólo una orquesta compuesta de Smiths [Willie The Lion], Wallers y Johnsons lo podría haber hecho."
[Marshall W. Stearns, The Story Of Jazz (Oxford University Press, 1956)]