La exposición El Siglo Del Jazz, organizada conjuntamente por el Museo d’Arte Moderna e Contemporanea di Trento e Rovereto, el Musée du quai Branly de París y el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, es un proyecto interdisciplinar dirigido por Daniel Soutif que pretende repasar cien años de historia del jazz tanto a partir de una perspectiva puramente musical como a través de sus interrelaciones con otras artes (pintura, fotografía, cine o diseño gráfico). Se encuentra actualmente en Barcelona (del 22 de julio hasta el 18 de octubre), tras haber pasado por Trento y París.
La muestra se estructura en varias secciones cronológicas (Arqueología del Jazz; La Era del Jazz 1917-1930; La Era del Swing 1930-1939; Tiempos de Guerra 1939-1945; Bebop 1945-1960; La Revolución Free 1960-1980; Época Contemporánea 1980-2002) y supone un viaje fascinante por el mundo del jazz, partiendo de una buena colección de partituras, revistas, libros, carátulas de discos, fotografías, pinturas, dibujos, carteles de conciertos, recortes de prensa y proyecciones.
Tras dos horas de visita, y sin ninguna pretensión crítica ni ánimo de exhaustividad, estos son los tres aspectos que más captaron mi atención:
- Por encima de todo, la magnífica selección de partituras, procedente casi en su totalidad de la colección privada de Philippe Baudoin y que se inicia a mediados del siglo XIX (incluye, por ejemplo, “The Banjo, American Sketch” y “Bamboula” de Louis Moreau Gottschalk o “Music Of The Ethiopian Serenaders”, de 1847) y recoge una buena selección de rags, temas populares de principio de siglo y composiciones del Tin Pan Alley y de la era del swing.
Tras dos horas de visita, y sin ninguna pretensión crítica ni ánimo de exhaustividad, estos son los tres aspectos que más captaron mi atención:
- Por encima de todo, la magnífica selección de partituras, procedente casi en su totalidad de la colección privada de Philippe Baudoin y que se inicia a mediados del siglo XIX (incluye, por ejemplo, “The Banjo, American Sketch” y “Bamboula” de Louis Moreau Gottschalk o “Music Of The Ethiopian Serenaders”, de 1847) y recoge una buena selección de rags, temas populares de principio de siglo y composiciones del Tin Pan Alley y de la era del swing.
- Otro elemento fascinante es una imitación (en cartón, eso sí) de una Panoram, una de aquellas máquinas que, instaladas en bares, cafeterías y clubs entre 1940 y 1947, permitían reproducir por sólo diez centavos un soundie de tres minutos. La selección proyectada en la exposición incluye ocho soundies, entre ellos el divertido “Your Feet’s Too Big” de Fats Waller o el vibrante “Thanks For The Boogie Ride” de la orquesta de Gene Krupa, con ese picante dúo de Anita O’Day y Roy Eldridge.
- Y para finalizar, la adaptación barcelonesa de la muestra contiene una interesante sección centrada en conciertos históricos acaecidos en la ciudad condal, por lo que incluye una selección de carteles, programas y recortes de prensa y revistas especializadas, con especial referencia a la colección de programas de mano de los conciertos, conferencias y audiciones organizadas por el Hot Club de Barcelona.
La Exposición es realmente espléndida, vale la pena visitarla con calma, incluso hacerlo dos veces. Además, con la entrada de la primera visita (4.-€) regalan otra para una nueva oportunidad. A los que puedan permitírselo recomiendo la compra del libro relativo a la Exposición (360 págs., 18.-€)y leerlo previamente a la visita. Está editado en catalán pero existe la posibiliad de adquirirlo por el mismo precio con un sumplemento con la traducción al castellano de todos los textos. Ayuda extraordinariamente a seguir la Exposición y por si sólo ya es válido pues no es una mera guía de la misma sino concebido como una obra autónoma.
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